viernes, 2 de marzo de 2012

Transformación Ambiental


Los recursos naturales son importantes para la tierra así como para los seres humanos que habitan en ella, por lo tanto está de más decir: -Seamos consientes con nuestras acciones. Del mismo modo que es fácil responder: -Sí, ya lo sé-, y jamás hacer nada por cambiar lo que hacemos mal… Tenemos un pésimo habito y lo peor es que lo sabemos, pero como dije anteriormente NO HACEMOS NADA…

Todo lo que tenga vida, es valioso en la tierra, en este mundo hermoso que tenemos y que por desidia, descuido, maltrato y demás, estamos arruinando…

Pero en fin… mi estimado lector… este espacio está hecho con la finalidad de promover el cuidado, la protección a las reservas naturales, al cuidado de los animales, plantas y todo ecosistema, importantes, no solo para mí, ni para ti, sino por toda la humanidad. A largo plazo, el objetivo es que todos sean beneficiados.

Implementamos la clasificación de basura, el reciclaje, hay infinidad de cosas que se puede hacer con eso que nosotros llamamos BASURA. Tenemos

la idea de que aún podemos hacer algo por nosotros mismos. Algo para mejorar.

Por eso te invito a continuar con la lectura de este artículo y veras que no sólo nosotros queremos cambiar y salvar a nuestro PLANETA:

-Orisha Santiago


UNA ÉTICA AMBIENTAL

Mario Molina



El profesor Molina preside el Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente, en la Ciudad de México. Pionero de la química de la capa de ozono de la estratosfera, sus investigadores condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas. Es miembro del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático. Ha recibido numerosos galardones por sus trabajos, incluyendo más de 18 doctorados honoris causa, los premios Tyler de Energía y Ecología en 1983, el Sasakawa de las Naciones Unidas en 1999 y el Nobel de Química en 1995.

En los esfuerzos por enfrentar el cambio climático, la meta aprobada por los mas de 100 jefes de estado que participaron en la COP I5 de Copenhague es evitar que el aumento de la temperatura promedio de la superficie terrestre rebase los dos grados centígrados en este siglo; nuestra esperanza es lograr, entre las naciones del mundo, múltiples formas de trabajo y colaboración que así lo permitan.

La COP I6, que se celebra en México en este mes de diciembre, es parte de un complejo proceso de negociaciones internacionales que no esperamos que tenga como conclusión la firma de un nuevo acuerdo con metas numéricas; mas bien, debe de establecer una ruta clara a la cual se vayan sumando esfuerzos de gobiernos, industrias, organizaciones civiles y ciudadanos en lo general, para reducir de manera efectiva las emisiones de gases de efecto invernadero y llevar a cabo las acciones necesarias para enfrentar eficazmente el reto del cambio climático. Si bien seria ideal que en el segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kioto existan cuotas ambiciosas de reducción de emisiones basadas en los acuerdos vinculares, donde todos los países asuman su responsabilidad y acepten un esquema transparente de rendición de cuotas, las agendas políticas y diplomáticas de muchos países participantes están lejos de esa condición, al menos por ahora.


Estados Unidos y China, que juntos generan el 50% de las emisiones de bióxido de carbono provenientes de la quema de combustibles fósiles, están impulsando formulas de cooperación y actuación distintas a las que hasta ahora han regido en el Protocolo de Kioto. Paradójicamente, su oposición a los acuerdos vinculantes no es sinónimo de inactividad, ya que estos países se encuentran entre los más innovadores y propositivos para lograr autos, viviendas, edificios, plantas de generación de electricidad y hasta ciudades completas basados en los principios de sustentabilidad ambiental, alta eficiencia energética y baja intensidad de carbono.

Los 196 pises participantes en la COP I6 de Cancún tienen una tarea clara que realizar, y esta es un análisis detallado de su potencial de mitigación de gases de efecto invernadero, de acuerdo con las expectativas socioeconómicas de la población y las metas de desarrollo a las que aspiramos llegar en el corto y mediano plazos, digamos hasta el 2050. Se ha visto que los países que han preparado esta información poseen un posicionamiento mas claro durante las negociaciones, aportan propuestas mas realizables y son capaces de acceder de manera efectiva a los fondos de carbono y los mecanismos de flexibilidad y transparencia tecnológica previstos en la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático.

Establecer un desarrollo sustentable en cada país, impulsado por un crecimiento económico de baja intensidad de carbono, será considerablemente mas barato para la humanidad que enfrentar los severos impactos que el cambio climático les impondrá a todas las naciones del mundo. Ya hemos solucionado otros problemas ambientales globales que han amenazado seriamente a la población: basta recordar las recientes epidemias de influencia o la erradicación mundial de enfermedades devastadoras como la viruela. En lo particular, yo fui testigo de como los gobiernos del mundo se pusieron de acuerdo para aportar tecnología, la organización y los recursos económicos necesarios para eliminar la producción de sustancias agotadoras de la capa de ozono estratosférico, a través del Protocolo de Montreal. El proceso fue difícil en sus inicios, como lo ha sido el del cambio climático; la discusión científica duro poco mas de una década, pero detonó intensos programas de investigación en el campo de la química y la física atmosférica, que entre otros resultados, nos permitieron avanzar en nuestro entendimiento de los procesos que están gobernando el calentamiento de la Tierra.

Finalmente, las naciones, sus líderes políticos y la industria química comprendieron la importancia de eliminar por completo el uso de clorofluorocarbonos y otras sustancias agotadoras de ozono y cada uno actuó como debía para encontrar sustitutos, cerrar plantas productoras, rediseñar productos de uso común como los aerosoles y recuperar y destruir lo que se haya distribuido. Las lecciones mas claras del éxito del Protocolo de Montreal fueron la cooperación entre países industrializados y en vías de desarrollo, la claridad de objetivos y la disposición de un fondo multilateral, de fácil acceso y con suficiencia de recursos para actuar de manera rápida y contundente.

En gran medida, estas circunstancias de éxito se pueden lograr también alrededor del problema del cambio climático. Pero este es más extenso y tiene sus orígenes en un número muy grande de actividades productivas y de servicio que es necesario cambiar, por lo que la solución exige de una cantidad mucho mayor de recursos y medidas. La acción internacional entorno al cambio climático se rige por el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, lo que significa que algunos países tiene que hacer mas que otros, tanto por su emisión actual e histórica de gases de efecto invernadero como por su vulnerabilidad natural a las modificaciones climáticas. Los países que han podido desarrollarse en los últimos dos siglos con base en altos consumos de carbón, petróleo o gas, deben sin duda apoyar a los países que no poseen avances tecnológicos ni recursos para combatir, entre otras consecuencias previsibles del cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos, el agotamiento acelerado de recursos naturales o a la propagación de enfermedades antes confinadas a territorios poco habitados. Es una responsabilidad ética que debemos y podemos asumir en esta generación.

¿Qué haz pensado? ¿Crees que se necesita ser alguien reconocido o famoso para poder hacer algo por tu PLANETA? Sólo es cosa de decidir como quieres vivir ahora y como quieres que vivan en el futuro la siguientes generaciones…


Molina, Mario. Hacia una ética ambiental. National Geographic. Diciembre 2010

2 comentarios:

  1. ¿Te imaginas ser algo desechable? ¿en realidad crees que solo sirves para una sola cosa? si contestaste que no, pues entonces buscale otro uso a todo lo que vayas a tirar. y si contestaste que si, puess es momento de volver a considerarlo.

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  2. Es verdad... Al día se desperdicia gran cantidad de material útil para diversos fines...
    Necesitamos fomentar en la sociedad la cultura del reciclaje... fomentarla y afianzarla, de otro modo... no estamos preparados para lo que nos depara el futuro.

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